lunes, 19 de agosto de 2013

Siempre es hora.

Siempre es hora de comenzar una nueva muerte.
La única manera de escapar de ella es renacer de las cenizas que cargamos.
La vida es un conjunto de muertes olvidadas,
Un recuerdo incesante de que lo efímero se lanza a nosotros,
Y cabalgando vamos 
Raudos a una meta que nos premia con las estrellas. 
Nunca es tarde para morir,
Y siempre se nace a tiempo. 
Renacer es vencer por terquedad a los dioses y demonios.

@Andreas_von


lunes, 12 de agosto de 2013

Hazte cargo.

Hazte cargo de tus dolores, 
nadie te los hace, 
eres tú quien se ofrece, 
conviértete en el filo de la espada 
y en la piel que la absorbe.

@Andreas_von


Poema sin fin.

La amo por su calidad poética y por su cantidad humana. 
Su silencio abarca todo el grito melodioso de su ser. 
Ella es la tinta de la pluma que escribe en mi cielo, 
Y la transparencia de su verso ha tatuado su gracia en mi lengua. 
En mi corazón duerme un sueño compartido, 
Ambos despertamos los coros y las trompetas 
De una promesa eterna que nos mira desde un lugar sin nombre.
El poema no tiene fin
porque el amor transforma las palabras en espacios cercanos
Y en silencios que rebalsan de gratitud las risas que hemos compartido.
No hay distancia que aleje a los amantes
cuando ambos caminan hacia lo incierto.
El amor es misterio, milagro y dicha,
un poema que se escribe solo.


@Andreas_von


martes, 6 de agosto de 2013

La experiencia mejor que el estudio.

Estudiar no es la gran cosa, hoy en día a cualquier idiota le dan un título, son pocos los que se atreven primero a vivir la experiencia directa fuera de lo intelectual, de ahí proviene la verdadera sabiduría.

@Andreas_von


Te quiero, te adoro, te amo...

Entre un "te quiero" un "te adoro" y un "te amo" no hay jerarquías, cada uno es justo en su sentir y todos son igualmente maravillosos. Si estás esperando alguno en especial, antes, dedícate a darlo y a hacerlo sentir, es así como los sentimientos se defienden solos sin necesidad de palabras, se abren camino y llegan al mejor destino; la persona que te importa y tú mismo.

@Andreas_von


Verla dormir en mi pecho.

Es maravilloso verla dormir o quizá haciéndose la dormida, deshecha en mi pecho, confiada, tibia y desnuda, no hay regalo más hermoso que tener sus bigotes haciéndome cosquillas en la nariz y sus ronroneos cosquillean mi corazón, quedarme así poco a poco dormido, también entregado y por qué no, quizá también ronroneando a mi manera... Estoy seguro que a penas cierro los ojos, ella abre los suyos para mirarme con esos ojos misteriosos como duermo toda la noche. Miau!

@Andreas_von


Disolverse y coagularse.

Así me construyo y edifico, con esa misma tentación de querer derribar la torre de naipes que yo mismo he construido, dejando y aceptando con alegría que las olas del mar se lleven mi castillo de arena y soplando al viento las ideas que tengo de mi mismo porque he sido yo quien las ha edificado. Construirse es confiar a tal punto de ser nosotros mismos quien con plena autoridad seamos capaces de volver a rehacernos en la justa medida de nuestra propias necesidades esenciales. La capacidad de destrucción y creación de nuestros propios paradigmas, formas o adaptaciones es en el fondo un acto natural e instintivo de supervivencia, pero sobre todo que demuestra un profundo y elevado estado de consciencia que todos poseemos oculto pero que necesita del valor que nuestra propia sanidad mental nos provee; el amor a la vida.

@Andreas_von


Vampiros espirituales.

Quien crea que es pura luz y amor se ha ganado mi total desconfianza, el ser humano debe comprender que su sana existencia desde un punto psicológico o espiritual se basa en integrar sus polaridades a tal nivel de aceptar humildemente y en plena consciencia de que es un ser humano y no un santo. A la orden del día están aquellos vampiros que al no saber trabajar sobre si mismos andan disfrazados de tanta luz que no hacen más que chupar sangre demostrando su total oscuridad e ignorancia.

@Andreas_von


La cima de la montaña no es la montaña - Parte 2.


Luego de bajar la montaña el maestro y su discípulo descansaban a la orilla de un río. El discípulo aún intentando comprender la enseñanza anterior insistía en meditar mientras hacía cualquier cosa, caminando, mirando las hojas caer o simplemente respirando, pero algo no encajaba, algo no daba la talla. Miró a su maestro que mojaba sus manos en la orilla y bebía algo de agua. Después de darse una y otra vez en la cabeza con tanta inquietud el discípulo vuelve donde el maestro y le pregunta;

Maestro; Si usted medita a cada momento, ¿Cómo puede hacer sus cosas? ¿Puede hacer ambas al mismo tiempo?

El maestro tomó con sus manos un poco de agua, la acercó a su discípulo para ofrecerle a beber, y éste bebió de las manos de su maestro.

Cuando bebiste el agua, ¿sentiste el agua? – preguntó el maestro.

Si.- Respondió el pupilo.

Cuándo no bebías el agua, ¿Sentías el agua? – Dijo el maestro.

No.

¿Cuándo no haces algo lo sientes? – pregunta el maestro.

Evidentemente que no.

¿Estás meditando ahora?

Y el discípulo se iluminó. 

@Andreas_von


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