jueves, 12 de diciembre de 2013

Neurosis navideña.

Prefiero que para navidad no enloquezcas buscando un regalo para mi en medio de tanta neurosis colectiva, ahorra tu tiempo, dinero y salud y úsalo para otras cosas más útiles. Piensa en algo que desees decirme y no has podido o no has querido, lo que sea. Regálame un momento inolvidable, un tiempo detenido en la memoria y en el corazón, con una sincera conversación y un abrazo das muchísimo más. Haz del sentido de una fiesta de unión y paz el envoltorio de una experiencia que nos quede siempre latente y haz de tus deseos más profundos el contenido de aquel envoltorio, conviértete en el mejor regalo que puedas dar. No me sentiré mal porque llegues con las manos vacías porque lo que nos queda en la memoria no son las cosas sino los bellos momentos, la oportunidad de aprender y sorprenderse de que cada uno está lleno de regalos y que somos lo suficientemente creativos, sensibles e infinitos como para regalarnos por completo en un momento inolvidable. Hay que atreverse a llegar con las manos vacías, pero con los brazos abiertos, la mente clara, el corazón lleno, el alma agradecida y el espíritu entregado. Hay tanto más que entregar que a veces compramos cosas para evitar darnos el verdadero regalo de escucharnos, acompañarnos con un sentido generoso, de dar presencia, palabras, silencios, afectos, risas, llantos y abrazos. Atreverse a regalarnos a nosotros mismos, a usar el talento y bellezas innatas en cada uno y entregarlo al otro y a no sentir la esclavitud de regalar cosas por regalar cosas. Todo es bien recibido, pero no te vuelvas loco buscando algo para mi cuando en realidad ya lo eres, no necesito nada cuando te tengo en frente y ese será siempre el mejor regalo que puedas darme; Tú.


@Andreas_von

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