Ay mujer!
Sentenciada estás por tu propia belleza
A ser la única religión donde el sacrilegio
Es nuestro goce encadenado.
Bajemos al Cristo de la cruz
Y que el altar sea la cama donde nuestro corazón
Estalle acalambrado de risas y gemidos rojos.
Aquí, bajo los ojos de dios y sobre los ojos de la diosa
Deposito mi ofrenda luminosa
En tu rincón infinito.
Hagamos de esta iglesia una fiesta donde el orgasmo sea nuestro dialecto
Y los besos nuestro silencio.
@Andreas_von
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