Luminoso propósito cabalgante en los rincones estrellados
del universo
Mientras en este mundo de átomos grises y con formas
egocéntricas
Nos peleamos por construirnos y encontrar formas coherentes.
Tú, ser indefinido e ilimitado, luminoso y sublime
Vienes en el camino del destino,
Por la carretera silenciosa y eterna
A enseñarnos que tu diminuta existencia
Proviene de la inmensidad del deseo de la vida.
Haz de tu anhelo, furioso amanecer
Y pacifico anochecer divino.
Tu viaje en los años sin tiempo
Se detiene en el ahora de los mortales
Y nos deleita con la belleza de tu humildad
Danos todas las verdades que traes desde lo infinito
Y haznos bailar de alegría con la calidez de tu llanto
sagrado.
Se bienvenida en la cuna de nuestro amor terrenal
Y recíbenos en la dicha de tu primer resplandeciente respiro.
Dedicado a Josefa, sobrina que está por nacer.
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