30 de junio de 2012.
Sobre mi moto buscaba una casa en medio de un condominio, al
encontrarla por el ruido de la fiesta me estacionaba feliz de haber encontrado
el lugar. Estaba nervioso porque hace muchos años que no veía a mis compañeros.
No quería llegar tarde porque siempre me siento algo incomodo cuando
todos me ven llegar. Por suerte aun no habían llegado todos si que pasaría algo
inadvertido. Saludé cariñosamente a los presentes, era maravilloso el cariño
recibido. Por fuera la casa se veía pequeña pero el patio era enorme con un
gran quincho y una piscina más abajo a medio llenar. Conversé con varios, sobre
todo con quienes más extrañaba que eran aquellos con quienes comencé el colegio
muy pequeño. En un momento me sentí invadido por tanta pregunta, sin darme cuenta
todos querían saber el por qué de mi cambio, todos querían respuestas y me
sentí algo cansado de responder siempre lo mismo. Intenté huir pero fue casi
inútil, tuve que afrontar, es parte del trabajo de quienes logran re inventarse
a si mismos, es como un eterno desafío que pone a prueba tu verdadero cambio.
Justificar. A lo lejos observé a varios a los que me llamaba la atención cómo
la vida los había dirigido a un presente que nunca sospeché, algunos muy
inteligentes en el colegio que quizá tenían trazado un futuro lleno de éxitos
estaban sumidos en la más noble normalidad sin esos éxitos que en un momento
creí que sucederían mientras que otros, que no habían pasado sin pena ni gloria
disfrutaban de una vida lleva de triunfos personales que de cierta forma me
identificaban. Sin darme cuenta de pronto casi todos ya se habían ido, me quedé
solo con la dueña de la casa. Había tenido un romance con ella en el colegio
pero eso en ese momento no significaba nada, nos llevábamos bien, yo la
admiraba mucho por su gran inteligencia y ella parecía hacer lo mismo por mi
“talento” artístico que yo siempre cuestionaba. Ya era tarde y sin saber por
qué yo seguía ahí sin irme, aproveché de ayudar a limpiar y ordenar un poco el
lugar. Nos sentamos a conversar un rato. Algunos silencios eran algo incomodos,
comencé a darme cuenta que ya debía irme.
@Andreas_von
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