Profunda y enroscada vive en nosotros una serpiente escondida,
detrás de su lengua un diamante de corazón duerme en silencio.
La exaltación más hermosa la alcanzamos cuando,
para poder obtener ese diamante nos hacemos invisibles.
Así, haciéndonos presentes en nuestra oscuridad
trascendemos la individualidad convirtiéndonos en un corazón de fuego,
para que, de sus cenizas, nazca el ave dorada
que nos lleva de vuelta a la eternidad.
@Andreas_von
No hay comentarios:
Publicar un comentario