lunes, 10 de junio de 2013

Flor nocturna.

Si el hombre es lo que come entonces tarde o temprano deberá comerse a sí mismo. 
Vivimos en el indescifrable laberinto del sueño donde construimos lo que necesitamos como aquello que nos destruye. 
Todo aquello que nombramos como realidad es en el fondo un sueño que nos realiza con la sutileza de una memoria olvidadiza.
Sin embargo, el alma es una semilla que se abre una vez en la vida 
Reluciendo el brote de una flor nocturna que se entrega al hambre de su existencia.
Es ella la que ilumina la noche cuando es capaz de dejarse polinizar por las estrellas.

@Andreas_von


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