jueves, 31 de mayo de 2012

“Te amo” en alemán. Parte I

¿Qué hacía yo ahí de pie esperándola en el aeropuerto con una polera que decía en el pecho y con letras rojas “Ich Liebe Dich”? Justamente eso, amándola. Ese amor libre, generoso, ¿Qué si duele ese amor? No lo se, quizás. Duele la inevitable ausencia, pero no, el amor no duele cuando es verdadero. Cuando es verdadero la valentía de quienes lo sienten, lo comparten, lo expresan y sobre todo, lo agradecen. Ahí estaba yo parado y agradecido, llevaba más de media hora esperando y había hecho de todo –junto a la ayuda de una gran amiga mía– para poder estar ahí y en ese momento para la despedida. Admito que en mi, muy en lo profundo existía ese grito que clamaba el clásico “No te vayas” pero era inevitable lo que de cierta forma me ayudó a concentrarme en hacer una bella despedida. Logré entrar por policía internacional hasta el Duty free gracias a un trámite y la amiga de una amiga que trabajaba en el aeropuerto me acompañó para poder esperar dentro del anden. Cosa milagrosa porque es imposible realizar esa gestión, de no haber sido así la despedida quizás no habría sido posible porque ella iba a estar seguramente con algún familiar y yo quería que fuese una sorpresa. Ella no sabía que yo estaría ahí, por lo demás, no quiso despedirse por ningún medio dejándome desesperado sin saber qué hacer, claramente estaba afectada.
Bueno, resultó y ahí estaba yo, esperando en medio de un pasillo mirando de frente como pasaban los pasajeros sus pertenencias y como eran revisados por policía internacional. Escribir esto me hace respirar más rápido, emocionado, quizás evocando de alguna manera los sentimientos de ese momento y es así mismo como me sentía, acelerado y nervioso pero sabía que lo que estaba haciendo era lo correcto. En situaciones como esta se piensa poco porque es el corazón quien manda y ese corazón en ese momento estaba más acelerado que nunca. Sabía que me despedía de ella y todo lo que significaba, un amor de un par de meses por internet, dos semanas en Chile y un par de veces que logramos vernos donde pudimos confirmar que lo que sentíamos no era una ilusión producto de quizás qué necesidades emocionales de cada uno, sino que era real, verdadero, incluso más de lo que imaginábamos. Yo, estaba ahí despidiéndome también de esa mujer que representaba lo imposible pero que sobre todo, significaba la muerte y el renacer de un hombre, si, el de ahora, este que aprendió que amar no es aferrar sino todo lo contrario, agradecer y dejar ir.

Ella, volvía a Alemania, lugar donde vive con su marido, ambos chilenos que decidieron comenzar su vida juntos en Europa. Ella, ex compañera de colegio, un par de cursos menor que yo. Nos conocimos después, muchos años después del colegio y por internet, y claro, no me pregunten cómo, pero surgió eso que todos sabemos. Y si, si, está casada pero ¿y qué, a muchos les pasa no?, en fin. Surgió lo bello y justo coincidió que tenía que viajar a Chile para visitar a su familia y no podíamos dejar de vernos ya que durante meses habíamos nutrido por internet una suerte de romance secreto. Ambos sabíamos qué pasaría si nos juntábamos en Chile, y claramente estábamos dispuestos a que eso pasara.
Cada minuto que pasaba era eterno sin verla llegar, ya la había visto muy rápido  minutos antes porque tuve que pasar muy cerca de ella para lograr entrar a policía internacional. Iba acompañada de su padre, se veía triste, tristeza que quizás la hacía verse más sola que nunca. Me costaba imaginar que después de todo lo que habíamos pasado ella no quisiera despedirse. No podía entender cómo era posible que una persona negaba los momentos más importantes de una relación como son las bienvenidas o las despedidas, sobre todo esta ultima que habitualmente nos deja con un mensaje, una suerte de moraleja o una intuición vaga que nos dice cómo irá todo más adelante. Pero ella no quiso, en fin. Logre verla cuando se asomó por policía internacional, estábamos lejos como para que ella aun lograra verme, ahí mi nerviosismo era descomunal, creo que si me tocaba hablar en ese momento sobre algún tema del cual me consideraba experto no podría asomar una sola palabra, sentía como si el corazón me agarrara la garganta y los pulmones para no dejarme respirar. La revisaron mientras ella pasaba su bolso de mano, y su soledad en ese momento era tan grande y notoria que por un par de segundos me asustó. Esos segundos me hablaban tan lentamente que todo era muy claro, ella no estaba siendo feliz, su desesperación quizá escapaba a mi comprensión pero si lograba ver que en ese momento presente no era feliz y eso era lo que importaba.
Tomó su bolso y caminó directo a mi, ahí me olvide de todo, incluso de mi. No recuerdo otra cosa que no sea el incesante palpitar de mi pecho que parecía que iba a estallar sin dejarme disfrutar en paz de ese momento. Inmediatamente después de dar un par de pasos hacia logró conectar su mirada conmigo sin darse cuenta en un primer instante, luego de eso y extrañada miró nuevamente como para cerciorarse de que lo que veía era real. Jamás olvidaré el cambio en su rostro al verme. Abrió sus ojos y la explosiva sonrisa la obligo a correr. Quisiera saber el rostro que puse yo al tener ese contacto, seguramente si lo viera ahora caería al suelo de risa, de seguro mi cara de embobado era el producto del momento y mi nerviosismo que ya me tenía en un colapso. El abrazo nos estrujó por un par de segundos antes de que ella hablara porque de seguro ninguno de los dos podía hacerlo ya que la emoción era tan grande que había tragado nuestras palabras. Ella colgaba literalmente de mi cuello mientras yo la sostenía en ese abrazo que claramente no tenía nada que envidiarle a los abrazos vistos en las películas, era exactamente igual y por qué no decirlo, quizás mucho mejor porque era real. El tono de su voz acelerado y conmocionado sólo logró decir una cosa en mi oído - ¿Qué haces aquí loco de patio?.- 


Continuará... 

@Andreas_von



sábado, 19 de mayo de 2012

Vuelo de paz.


Desde las alturas
En un pájaro gigante
Veo un pequeño lugar
Seco y mugriento.

Mis ojos duelen
Y mi corazón se detiene frente al humo
De esa gran chimenea
Que incinera cuerpos
Desnudos y frágiles.

Las ruinas de antiguos centros de recreo
Se quiebran y desmoronan lentamente
Sobre los caminos que ya no conducen a ningún lugar
Sólo a la nada.

Sólo a las grandes montañas nevadas,
Sólo al pacifico mar,
Sólo a los verdes bosques del sur.

Aun duelen los ojos en este largo viaje
Se detiene mi corazón.
Aun vuelo lejos
Donde no queden ruinas
Donde no existan columnas
Ni escalones.
Donde la paz reviente
Exagerada y abundante.

(Año 2002.)

@Andreas_von


jueves, 17 de mayo de 2012

La cima de la montaña no es la montaña.


Ayer después de una maravillosa meditación me surgió esta historia en mi interior, la comparto con ustedes y luego su posterior análisis y reflexión.

La cima de la montaña no es la montaña.

Después de limpiar durante toda la mañana el templo el discípulo fue donde su maestro que alimentaba al gato para preguntarle.

“Maestro, ¿Ahora qué haremos?”

“Meditar” – Respondió.

“¡Que bien, al fin meditaremos!”. – responde entusiasmado el discípulo como si estuviera esperando este momento por mucho tiempo.

El maestro lentamente comienza a caminar hacia la salida del templo y el discípulo extrañado lo sigue. Caminan por las calles hasta cruzar el pueblo, luego se adentran al frondoso y colorido bosque de bambús. Mientras caminan el discípulo no paraba de preguntarse porqué el maestro había decidido caminar si podrían haber meditado en el templo. Después de horas de caminata llegan hasta la falda de una montaña donde el maestro se detuvo. Miró feliz el paisaje, suspiró y comenzó a caminar hacia la cima. A sus espaldas el discípulo cansado de caminar y con mucha sed seguía sin entender. Sin querer perder de vista a su maestro apuró el paso.
Al llegar a la cima el maestro contempla el maravilloso paisaje, contento se sienta a meditar. El discípulo al ver que su maestro ya ha comenzado se sienta a su lado para iniciar su meditación. Al cabo de un minuto el maestro se levanta y camina de regreso cuesta abajo. Sin entender el discípulo se pone de pie y corre hasta su maestro para preguntarle;

“Maestro; ¿Ya meditamos?”

Tranquilo y sereno el maestro contesta – “Yo si, medité mientras caminábamos hasta acá. ¿Tú no?”.



 Reflexión: 


A veces creemos que aquello que nos brindará gran satisfacción en la vida debe costar mucho esfuerzo o simplemente creemos que las cosas tienen una sola forma de realizarse para lograr los resultados que queremos o los resultados que los demás obtienen de una forma determinada, pero no es así. Cada uno debe encontrar la manera de llegar a la formula que más le acomode para lograr entender y aprender de si mismos. La cima de la montaña así como nuestros objetivos están proyectados en la mente de una forma en común a través de la realización de estos objetivos por parte de otros, pero no necesariamente debe ser “esa” forma la que nos determine. Para el maestro meditar era salir a encontrarse consigo mismo fuera de su lugar habitual, pero el discípulo concentrado en la forma perdió el objetivo de la meditación creyendo que sentarse a meditar era meditar.
Así nuestra mente nos traiciona haciéndonos creer que la forma de hacer o conseguir algo de la misma manera que los demás es la correcta sin darnos cuenta que en la vida todo debe ser de nuestra propia y única forma de vivirlo. 

Encontrar el camino para realizarnos no es lo difícil sino caminarlo. 

@Andreas_von



lunes, 14 de mayo de 2012

Florecer en invierno.


Si calma mi alma el beso de nuestras huellas,
Que caminen nuestros pasos hasta dar con nuestra sublime unión.
Son las sombras las que juegan con el sol cuando él nos encontró en ese beso luminoso.
Encontré nuestro silencio,
Fue cuando nos hicimos uno.
Callemos la desesperada necesidad de ser,
Abramos la ventana al paisaje que nos invita a dejar de ser, 
¡Encontrémonos amando estar perdidos!
Brotemos como semilla estelar,
Disolvamos nuestras constelaciones,
Lleguemos al lugar sin nombre,
En medio de nada, Somos totalidad.
Porque la belleza lo permite, la felicidad es ahora.
No busquemos ni encontremos,
renunciemos a ser tanto para disfrutar lo esencial.
El silencio me encuentra,
Alcanzo belleza cuando el reflejo de la totalidad se anida en mi alma.
Suelto el tiempo,
Las verdades son nubes que adornan nuestro día,
Un día están y otro día desaparecen.
Todo es impermanente.
Que tus labios sean la carretera que me lleve al paisaje sin tiempo ni espacio,
Tu alma abre las alas en la oscuridad más hermosa.
Florecer en invierno, nada es imposible para la belleza.

@Andreas_von



jueves, 10 de mayo de 2012

La altura de tu resplandor. (Poema a mi madre)


Fuimos presentados en un estallido sin palabras,
Pero ya nos conocíamos en tu sueños y en mis deseos,
Nos llamábamos a la distancia teniéndonos tan cerca,
Decidimos conocernos, nos trajimos al tiempo.

Esta vida que traigo desde el infinito
Es tanto regocijo, tanta belleza.
En medio de cada latido de mi corazón
Vive la paz de toda mi gratitud
Y la fiesta pacifica de mi felicidad.

Mi alegría es el calor de tu pecho,
La fuerza de tu voluntad
Y la suavidad de tu alma.
Contigo los muros siempre han sido bellas ventanas,
Tierras infinitas más allá de todos los mundos,
Aire fresco para tantas nubes.

Honro tu tierra luminosa,
Eres roble milenario,
Vertiente infinita,
Estrella fiel.

El universo me llenó de ti,
Entregándome el poema que no acaba,
Los versos azucarados
Y las palabras sublimes.

Mis frases son diminutas para tanta gratitud y
No hay poema que alcance la altura de tu resplandor.
En esa luz descanso desde antes de llegar
Y acostado mi pecho se abre regalando el suspiro infinito,
El abrazo eterno y el beso suave.
Nada, pero nada alcanza
La altura de tu resplandor.



 @Andreas_von




domingo, 6 de mayo de 2012

…Y si no es ahora ¿Cuándo?...


Mientras el mundo gira, las sociedades se movilizan, las culturas se nutren y los animales, vegetales y seres humanos se reproducen. Todo gira, avanza, se desarrolla, evoluciona. En el trascurso del tiempo, por miles de años, los hombres hemos seguido la realización de nuestros anhelos más profundos, de aquellos sueños en donde está depositada nuestra felicidad. Así es, mientras nosotros soñamos realizarlos el mundo sigue avanzando en su natural fluir durante millones de años, nacen y mueren personas, hay paz y hay guerra, y así. Todo esto me ha hecho pensar o cuestionar algo que con su respuesta puede parecer un poco fuera de la realidad o de las concepciones de la física y de muchas otras cosas.

¿Qué mueve al mundo en realidad?.

Más allá de las explicaciones netamente científicas o religiosas el movimiento del mundo es una realidad imparable, por lo menos por nosotros los seres humanos. Pero quisiera detenerme en una reflexión más metafísica si pudiera llamársele así. Desde mi experiencia y por ende muy en lo profundo de mi creo que este movimiento de la tierra, este movimiento de la humanidad y de todo lo que le rodea va más allá de una explicación física.
Siento que ese movimiento en medio del tiempo y del espacio lo genera el deseo profundo de una consciencia colectiva, de una energía poderosa ligada al deseo de vivir, de existir. Algunos pueden llamarle a esto Dios, otros pueden llamarle La creación, el universo, etc. Esto del movimiento generado por el deseo de la humanidad para muchos puede parecer una bobada y para otros quizás algo más cercano a sus creencias. Aun así, insisto en intentar olvidar las explicaciones científicas del porqué del movimiento terráqueo y enfocarse al porqué del movimiento del mundo – digo “mundo” entendiendo a la humanidad y la vida en general dentro del planeta tierra – porque más allá de todas esas explicaciones si nos fijamos el ser humano en su afán de vivir impulsa su propio movimiento individual, el de su familia, el de la sociedad, el de los países ¿y por qué no? el del mundo entero. Si nuestros deseos de trascender en la humanidad no existieran quizás este mundo ya no existiría, o aun seríamos unos primates o simplemente considérenme un orate. Pero en mi caso me agrada y más aun, me llena de felicidad sentir que por lo menos mis deseos y anhelos mueven mi mundo y el que me rodea y por lo tanto ¿Por qué no este deseo pueda sumarse al de otros que también busquen lo mismo?.
Creo que muchos no sabemos que tenemos estos mismos deseos que los demás, o quizás si. Pero si nos damos cuenta hay algo, un deseo innato y en común para cada ser humano en este planeta, alcanzar la felicidad. Alcanzar la felicidad en el campo de una realización que le permita desarrollarse como un ser humano integro, y este deseo tan inherente en todos nosotros nos alimenta de una energía indestructible que nos impulsa día a día a encontrar lo que nos hará felices. Así quizás sin saberlo nos alimentamos mutuamente, como una humanidad sin vernos ni sentirnos, pero lo hacemos y así sin darnos cuenta movemos nuestras sociedades y finalmente al mundo entero. Obviamente muchos de estos deseos pueden venir enfermos o con profundo dolor generando también atrocidades en la humanidad, pero bajo la enfermedad – cualquiera que sea – habita siempre la salud, porque siempre que estemos enfermos querremos llegar a sentirnos sanos para poder ser felices plenamente. Es por eso, que desde mi punto de vista, tanto intelectual como empírico, es vital estar sintiendo y anhelando constantemente realizar aquello que nos llama a la felicidad, a encontrar lo que realmente amamos hacer y disfrutar de la realización de esos sueños. Porque ningún sueño o anhelo negativo o destructivo se desea por toda una vida y sólo aquellos deseos que elevan al ser humano a su condición de ser sublime y benevolente están siempre presentes y son justamente esos deseos los que hacen que el mundo se mueva. Sabiendo y sintiendo eso no dejo nunca de hacerme la pregunta que me lleva a realizar mis sueños para aportar al movimiento de la humanidad…


…Y si no es ahora ¿Cuándo?...



@Andreas_von

Charlando con Don Sata.

Estoy a punto de salir,
Disparado por un cañón.

Disparado, expulsado, hastiado.
Con todo listo para llegar
A muchas de las grandes ciudades perdidas
Que esperan ansiosas mi llegada.

Pero antes de llegar debo hacer una parada
En algún sitio al que solía concurrir
En mis días de ocio y peleas con desconocidos.
En busca de alguien,
Que me han robado.

Por el camino me tope con don Sata,
Que por esas cosas de la vida
Se estaba acostando con nada más
Ni nada menos que con mi mujer.

Estaba el aire frió pero con cierto
Calor que no logre definir en el momento.

Al verme se puso nervioso,
Creo que tembló, seguramente no se esperaba la sorpresa.
De manera gentil le pedí que se acercara,
Prendí un cigarrillo, pero una bestia voladora me lo arrebato.
Se puso de pie con todo eso colgando,
Cola y rabo, claro.

Ella seguía acostada,
Sedada o tal vez destrozada.
Me dirigió una mirada y le sonreí.
Mientras Don se acomodaba y me servía un trago.

Vengo por mi mujer- dije decidido.
Dos gigantescos rascacielos pasaban por mi lado,
Gritando, mil voces llorando.
Don dio un sorbo mientras se rascaba una bola.

Lo siento jovencito, es muy tarde para la devolución- dijo.
Di otro trago y mientras largas manos provenientes
De las nubes acariciaban mis piernas.
Un alma gritona y gris paso por un lado y
Me lengüeteó el ceño fruncido.

Los sonidos de muchas almas deseosas de calor
Estaban poniéndome algo incomodo.
Termine el trago y me acerque al distinguido ángel destronado,
Le temblaba el vaso y trato de decir algo pero se arrepintió.
Pase por su oído y dije- tranquilo, no me pondré violento, pero sino...

La tome de un brazo, la saque de la enorme cama
Que guardaba atrayentes criaturas para el jugueteo carnal
Dignas de ser probadas pero no en ese momento. (tal vez otro día)
Retome vuelo y con mujer bajo el brazo
Dejamos Sata Angel City, más conocida
Como el paraíso y tomamos love and sex Avenue.

La cama estaba lista, la cerveza en el velador
Y servicio a la habitación.
La recosté y la bese,
Me acomode y ella encendió un cigarro.
Pensé que no llegarías- con tono tajante dijo exhalando humo.

Perdón pero me equivoque de dirección,
Fui al infierno y dijeron que no estabas allí.





@Andreas_von




2006. 


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Poema publicado el año 2006 en www.loscuentos.net 





viernes, 4 de mayo de 2012

Conciencia inmortal.


Desollándome de mis prejuicios y
Sentado sobre el reloj detenido
Caen mis pétalos de piel
Tocando el suelo abonando el universo.
En las paredes frías de este cráneo
Se edifican bellos y fuertes
Los árboles de la eterna conciencia.
El calor de las semillas
Hace brotar la tierra
Crecen hombres de piel de seda
Y corazón purpura.
Mientras me deshago
Construyo lo impensable
Admiro no ser
Y encontrarme desaparecido y sin tiempo
Como una conciencia inmortal. 


@Andreas_von


No, no, no. (Poema de liberación)


No! No! No!
Esto no es lo que es,
Disfrazado el mundo y ciegos nosotros.
Mientras giramos universalmente
Retrocedemos en el individuo.
Deja ya de buscar palabras para edificarte
Y encuentra el espacio eterno entre los silencios.
Yendo de flor en flor no seas como el insecto
Que sólo quiere saciar su sed.
Transfórmate en flor regalando lo esencial,
Abre tus pétalos hasta que caigan,
Regala tu desnudez.
Canta sin voz para que todos escuchemos
Cómo te realizas sin notoriedad.
Canta para los sordos,
Baila para los ciegos,
Cocina para los muertos,
Ama lo inexistente.
No! No! No!
Esto no es lo que es,
Es sólo el disfraz de la ignorancia.
Esto no es lo que es,
Sino una egoísta identidad pasajera. 


@Andreas_von



jueves, 3 de mayo de 2012

Somos lo que no definimos.

¿Hasta donde, hasta qué lugar de nosotros mismos podemos llegar para decir que realmente nos conocemos?. Esa pregunta seguramente se la hacen todos - o casi todos - y es sin duda una de las interrogantes que nos siguen en la mente durante mucho tiempo incluso sin poder responderla hasta el momento de la muerte. 
Creo - desde una postura muy personal y empírica obviamente - que conocerse es llegar al momento de perderse en uno, cuestionarlo todo, de donde vienes y por qué haces lo que haces al nivel de llegar a desconocerse, pero lo más importante no es la respuesta de esos cuestionamientos que podríamos llamar quizás "existenciales", sino la experiencia misma que nos hace llegar a la respuesta. - ¿Por qué la experiencia? - Porque ella contiene lo esencial, las emociones y la percepción primera, lo que hacemos después es la interpretación y su siguiente confirmación en su lenguaje hablado o cualquiera que sea usado, y ahí se encuentra la primera barrera mental, el conflicto que nos distancia de los otros e incluso de nosotros mismos. Cuando comenzamos a usar el lenguaje nos entrampamos en los códigos, significados e interpretaciones que nos ayudan a comunicarnos pero también nos dejan en un lugar que nos limita, porque nos identifica. 
Esa identificación es en parte un arma de doble filo, nos da la tranquilidad de interactuar con el mundo pero habitualmente nos entrampa en una racionalidad que crea muros que nos establecen en un aquí y ahora que puede no ser totalmente real, a una identidad que puede ser limitada y a un mundo que también - y por qué no decirlo - es también limitado desde nosotros mismos. 
¿Y por qué la pregunta "hasta donde llegar en uno para conocerse"?
Simplemente porque creo que conocerse es justamente lo que le respondí a un amigo con quien intercambiábamos opiniones - Y muy validas por su subjetividad - sobre la importancia de llegar a un desafío interno de "renuncia de uno mismo" para llegar o intentar llegar a lo esencial en la vida de cada uno;


Aquí mi respuesta que comparto con ustedes:


"Ahí es, cuando es importante tener el valor y renunciar al concepto adquirido, a la identificación del significado y a la renuncia de la definición partiendo por uno. Soltar la pregunta que busca la respuesta para aferrarme a ella por miedo a no entrar en el campo del concepto o la definición para ser, importante a mi juicio es, estar renunciando constantemente a sus definiciones, conceptos y significados que no hacen más que llevarnos por un camino que no es el nuestro, encontrarlo es caminar por aquel que nosotros queremos y creemos que es el nuestro en función de nuestra experiencia de conocer lo innombrable, es decir, la vida en plena gratitud de lo que realmente somos".


Abrazos luminosos a tod@s.


@Andreas_von





Meditar.






En este espacio sin definición,

Las cosas parecen lo que no debieran parecer.

Los respiros alcanzan hondos aires sin fin,
Y los ojos se han vuelto hacia dentro.
En este espacio sin definición,
Me encuentro sin reconocerme
Y me río al saber que todo lo que soy
No es más que parte de ese espacio sin definición.
El espejo roto no está roto,
Cada pedazo de mi es la conciencia,
Es la renuncia sin perdida.
Los reflejos quieren alcanzarlo todo
Pero no son más que mis deseos que lo quieren todo.
En este espacio sin definición
Cada palpitar no es mi palpitar,
Es la melodía unida a un palpitar en común,
Es el ritmo pacifico sin futuro,
El tiempo sin espacio,
El concepto sin significado.
En este espacio sin definición las palabras no son palabras
Sino el espacio que hay entre ellas
Y los pensamientos no son pensamientos
Sino la verdad entre tanta mentira.
Sin desear definir este espacio sin definición
He comenzado sin querer a definirlo
Y los limites han comenzado a edificarse para crearme.
Pero no importa este nuevo comienzo
Porque este espacio sin definición
Ha comenzado a definirme
Desde el momento en que quise dejar de definirlo. 


@Andreas_von




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