martes, 6 de agosto de 2013

Disolverse y coagularse.

Así me construyo y edifico, con esa misma tentación de querer derribar la torre de naipes que yo mismo he construido, dejando y aceptando con alegría que las olas del mar se lleven mi castillo de arena y soplando al viento las ideas que tengo de mi mismo porque he sido yo quien las ha edificado. Construirse es confiar a tal punto de ser nosotros mismos quien con plena autoridad seamos capaces de volver a rehacernos en la justa medida de nuestra propias necesidades esenciales. La capacidad de destrucción y creación de nuestros propios paradigmas, formas o adaptaciones es en el fondo un acto natural e instintivo de supervivencia, pero sobre todo que demuestra un profundo y elevado estado de consciencia que todos poseemos oculto pero que necesita del valor que nuestra propia sanidad mental nos provee; el amor a la vida.

@Andreas_von


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