miércoles, 12 de febrero de 2014

Invertir en emociones. Parte 1.


Todos los días, y mientras estamos despiertos durante nuestros quehaceres llevamos con nosotros emociones, sentimientos y pensamientos en diferentes intensidades que hacen de nuestro día una montaña rusa. Muchos de esos días pueden ser maravillosos eventos de experiencias que nos alegren la vida como otros que pueden hacer de nuestro día un verdadero martirio. Gran parte de estas fluctuaciones son generadas por el entorno en el que nos desenvolvemos y otra gran parte y no menor es nuestro estado interior, nuestros procesos psicológicos y biológicos. Estos dos ambientes, el exterior y el interior son un solo aspecto de nuestra vida y aunque lingüísticamente lo vemos separado en realidad es uno solo sucediendo en un solo espacio- tiempo; nuestra realidad, nuestro presente en el universo.
Si bien nuestra realidad durante nuestro periodo de vigilia es interactuar entre lo externo y lo interno, todo está sucediendo a la par en una imperceptible coalición entre ambas, sin embargo muchos de nosotros no lo vemos así, o mejor dicho, no lo experimentamos de esa manera. Sumidos en una percepción inmadura donde lo externo forma parte de una realidad rígida e inmutable, donde lo que sucede viene hacia nosotros, donde la vida la vivimos en función de lo que ocurre fuera y lo que podemos hacer para convivir con ella. ¿Dónde nos perdemos esa "coalición" entra ambas experiencias?. La perdemos porque no la conocemos, porque parte de nuestra vida desde un comienzo es necesitar algo del ambiente, desde que nacemos hasta que nos desarrollamos vamos necesitando ayuda del exterior para sustentar nuestra sobrevivencia natural en el mundo. De alguna forma "natural" hemos sido criados a interactuar con lo externo a modo de subsistencia, a modo de necesidad. Parte de esto no es una deficiencia ni un error de nuestro aprendizaje e interacción con la vida pero si es una carencia por falta de desarrollo de un aspecto trascendental, el interior.

Aquí es donde una brecha enorme de nuestra existencia aparece para mostrarnos la carencia de un desarrollo que nos permita interactuar con lo externo para unir un aspecto ausente con la realidad. Esta brecha que nos divide de la experiencia completa comienza en el mismo momento en que comenzamos a vivir y en el momento en que nuestra consciencia se desarrolla desde pequeños, es la carencia de experiencias interiores que nos permitan el conocimiento de aspectos intrínsecos nuestros que necesitan de la interacción con lo externo. La importancia de una experiencia que comprometa nuestra visión de lo que sucede en el mundo en conjunto con lo que sentimos de él, la "coalición" comprometida en nuestra consciencia que no hace la diferencia entre lo que sucede con lo que "nos sucede", sino un desarrollo de consciencia y de contemplación con lo que verdaderamente somos desde lo que sentimos.

Quizá lo que menciono no es nada nuevo para muchos, pero para otros puede serlo ya que acostumbrados a actuar desde la mente sólo actúan desde el famoso estado de "piloto automático", que dicho sea de paso, ese concepto bien podemos atribuirlo justamente -en parte - a nuestra educación que no fomenta el desarrollo de aspectos emocionales, creativos o artísticos que suelen estar más ligados a deficientes visiones de los educadores donde el racional es lo que importa por el hecho de ser - quizá- menos etéreo que el desarrollo de una consciencia de las emociones y de un estado presente.

El título de esta publicación -"invertir en emociones"- va dirigido justamente a la necesidad de encontrar esa "coalición" entre lo que sentimos como vivencia completa y comprometida con nosotros en nuestro entorno y lo que sucede fuera en nuestro ambiente. Tanto una como la otra forman lo que en rigor y discutiblemente claro, sería una visión completa de la realidad.

En la próxima publicación ahondaré más en el desarrollo de esa "coalición" donde la emoción y el entorno mezclan sus componentes para traernos al presente y la consciencia. .
Espero haber sido útil.
Gracias.


@Andreas_von

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