Conocerme en plenitud es vivir en constante exploración, dar
a la curiosidad el espacio necesario para poder satisfacerse y así entender el hermoso
derecho a disfrutar de mis emociones o sentimientos, todo aquello que proviene
de mí tiene una maravillosa fuente natural que busca el riachuelo más sublime
para expresarlo, para fluirlo, para Ser. Esa fuente es el derecho a “saberme y
sentirme” sensible, emotivo, compasivo pero sobre todo humano, o sea,
imperfecto pero bello en su más amplio sentido.
Si algo hay que ser entonces comienzo antes que todo por no
querer ser tantas cosas que son meros adornos, a veces difíciles que no se
adhieran a confusas interpretaciones de un falso Yo, y lo que se ES intenta
mínimamente expresarse en pequeños trozos de esencia, en un suspiro de tantos
respiros, en una gota en medio del océano, pero aún así algo soy y eso lo disfruto
y dedico mientras me deslizo por aquel riachuelo llamado vida, en una barca no
muy diferente de una pequeña y hermosa hoja hacia un mar que me espera donde al
llegar simplemente diré gracias, gracias por estar esperándome porque siempre
supe que estarías ahí.
La vida, la gratitud y la dicha.
Gracias.
@Andreas_von
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