Entre algunas lagrimas escondidas me despedí de aquella amiga
que trabajaba en el aeropuerto, durante una hora se transformó en alguien
fundamental, ayudó a despedirme de la mujer que amaba y eso es algo que
agradezco eternamente, personas como ella son aquellos personajes de una
historia que hacen posible el milagro que uno a veces cree imposible pero allí
aparecen dándonos un empujón para poder realizarnos.
En fin, salí del aeropuerto muy afectado, llorando
intentando que nadie lo notara. Si, él, o sea yo, de chaqueta de cuero con una
polera blanca con un mensaje que decía “Ich Liebe Dich” en rojo, lloraba
caminando rumbo a su motocicleta chopper. Quien lo diría, toda esa imagen
parecía una ironía, un tipo que parecía a simple vista un motoquero rudo no era
más que un montón de lagrimas y llanto. Pero no era aquel llanto de ese
sufrimiento absoluto y desgarrador, sino que era un llanto con mezcla de gratitud,
aquel que me decía que había que aprender a dejar que las cosas pasaran y no
aferrarse a aquello que es tan efímero como el amor. Estuve sentado un rato en
la moto para poder respirar bien y calmarme, hace ya un par de años atrás tuve
un accidente en moto por ir triste y llorando y casi perdí la vida en ese
accidente y no quería que me pasara nuevamente lo mismo. Encendí el motor y
partí rugiendo como era de costumbre en una compañera que ha sido fiel hasta el
día de hoy, aquella moto que siempre me ha enseñado el valor de la libertad,
siento que es como una novia que siempre me acompaña. Mientras iba rumbo a la
salida del aeropuerto comencé a sentirme mejor con el viento en el rostro y por
la carretera logré ver a lo lejos el aeropuerto con algunos aviones despegando,
no se si alguno de esos habrá sido el avión de ella pero mientras mi chaqueta
flameaba hice el gesto de despedida con mi mano, me sentí bien. Fue liberador.
Después de ese día las cosas comenzaban a cambiar, fue
hermoso comenzar a comunicarnos nuevamente a la distancia a pesar del dolor que
eso nos producía. Según ella no fue un grato regreso a Alemania y llegar a un
crudo y frío invierno no ayudaba en nada a su situación emocional que la tenía
tan afectada. Yo por mi lado, preocupado por ella comencé a preparar – quizá
ingenuamente – su regreso intentando conseguir algún lugar donde hospedarla en
el caso que ella decidiera regresar. Al ver que eso no pasaba intenté ir más
lejos y mis deseos eran comprar un pasaje e ir directamente a Alemania a
buscarla, cosa que no ocurrió ya que poco a poco la relación comenzó a hacerse
algo tensa por nuestros constantes “ataques” de ansiedad el uno con el otro,
eso finalmente fue deteriorando la relación haciéndonos en varios momentos
alejarnos por tiempos prolongados. Así el tiempo se encargó de hacer lo suyo,
las conversaciones comenzaban a ser cada vez menos frecuentes pero con una
belleza especial que hacía darme cuenta que no podía pretender desear a una
mujer que tenía una vida hecha en otro continente y que a pesar de sus
interrogantes era prácticamente imposible poder tenerla de vuelta a mi lado,
así con profunda gratitud comencé quizá inconscientemente a alejarme de ella y
por qué no, quizás ella hacía lo mismo. Parte de las ultimas conversaciones
siempre fueron muy fraternas y espontaneas, llenas de respeto y cariño que nos
demostraba de cierta forma que las cosas habían tomado un color distinto, menos
pasional y más amistoso. Le envié unos regalos a través de una amiga y un par
de meses después de habernos despedido en el aeropuerto decidí tomar mi
mochila, mi cámara fotográfica y recorrer algunos países de Sudamérica para
saciar mi necesidad de conocer otras culturas, paisajes y rituales ancestrales
que tanto han llamado mi atención. Algunos me han dicho que viajé para intentar
olvidarla, pero no fue así, durante el viaje fue cuando más la recordé, pero
eso fue parte de algo que debía pasar, recorrer otros lugares e intentar darle
otro aire al corazón no se si se logra de esa forma, finalmente el corazón y la
mente siguen con uno, lo que debe sanar a veces debe hacerlo incluso de maneras
misteriosas. Algunos amores suelen ser así.
@Andreas_von
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