Honro a la mujer, porque antes que todo es un ser humano. Honro su papel de madre, consejera, hermana, amiga, amante y compañera. Honro su
misión humana sensible y sensual, su sagrado espacio interior uterino y su sagrado
espacio exterior amamantador. Honro la belleza que expande no desde fuera sino
aquella interior que justifica su alegría, su paz, su sabiduría y su amor. Honro
el respeto y el amor con el que cuidas al hombre que amas, por tu comprensión y
por tu dedicación a nuestra compañía. Todo aquello que honro en la mujer es
producto de lo que he aprendido de ellas mismas que también han reflejado la
feminidad oculta en el hombre, aquella identidad que los hombres hemos perdido,
o simplemente por vergüenza y debilidad no hemos querido reconocer. Si un
hombre no respeta a la mujer antes que todo no respeta a la humanidad, del
mismo modo, si una mujer no respeta al hombre, no respeta a la humanidad. Si
ambos respetan y honran la existencia del otro son al mismo tiempo hombre y
mujer en dos consciencias libres. Si ambos se aman, entonces ya se han honrado.
Si ambos se honran, ya son amor.
@Andreas_von
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