Mi armadura es de piel.

Harto de la superflua necesidad de una identidad fija desenvainé de las profundidades de mis huesos la médula luminosa que contiene los pluriversos más extensos, me he armado del gran espíritu y he aprendido a vivir en las tinieblas de una sociedad que se nutre de apatía. Mi suave armadura de piel desnuda es el amor y mi coraje es ir sembrando poemas, silencios y gestos suaves en la tierra para que broten al fin mundos que florezcan infinitos en las almas de quienes deseen recolectar racimos de libertad y locura. No tengo ni poseo nada, porque soy un puente sagrado entre tú y yo, un nexo entre experiencias indefinibles.

@Andreas_von