viernes, 6 de julio de 2012

Poema en la moneda.


Julio. 2012.


Considerando la importancia de la realización de las pulsiones interiores, sean deseos, sueños lucidos, anhelos o simplemente ganas, hoy decidí realizar una de esas que me nació ayer. No es difícil claudicar frente a la primera duda o simplemente a temas morales y éticos que siempre están presentes en una mente que se dice ser racional pero que constantemente está en la lucha entre si realizar o no las necesidades del loco inconsciente que no es más que arte puro, arte en el amplio sentido de la palabra, eso va más allá de conceptos de belleza y calidad artística obviamente. 
Sin saber por qué (no lo pensé demasiado) me nació el deseo de tomar mi maquina de escribir y escribir frente al palacio de La Moneda. No quise darle vueltas al asunto porque creo que mientras más intenta uno saber de donde vienen esas pulsiones más puede ser presa después de algún boicot racional, moral y ético que nos lleve a dejar de lado ese sueño y botarlo en el tacho de basura donde creemos que nos deshacemos del sueño pero queda ahí guardado, acumulando más y más, cosa que a la larga nos enferma llevándonos incluso a depresiones entre tantas cosas más. 
Ya he venido realizando este tipo de cosas hace por lo menos un buen tiempo desde que conocí la psicomagia y la terapia Gestalt, diría por lo menos un par de años, me refiero a hacer caso a la pulsión y no darle muchas vueltas, ser fiel a la autenticidad y a un llamado interior que debe y merece ser escuchado. Quizá llevó más tiempo en esto de lo que creo pero de forma más consciente sólo un par de años. En fin, hoy tomé mi maquina de escribir que no había sacado de su estuche hace mucho tiempo. Verla me emocionó porque siempre ha tenido un significado muy especial, de chico me ha gustado escribir, no me considero bueno en lo absoluto, pero más allá de eso, simplemente comunicar lo que siento para mi ha sido vital desde cualquier herramienta que me sirva para tal objetivo. Con un paño le quité el polvo y probé si tenía tinta. Ya habían un par de hojas en el estuche que eran suficientes para lo que necesitaba si que partí rumbo al palacio de gobierno que estaba a un par de cuadras de mi casa. Cinco minutos de caminata fueron el preámbulo necesario para un montón de preguntas, análisis y goce de un momento que ya se me hacía conocido. Antes ya me había afrontado al nerviosismo previo a lo que muchos llamarían una simple locura, cosa que comenzó a agradarme cada vez más cerca de la moneda. Todas las preguntas como; ¿Qué dirán? ¿cómo me mirarán? ¿Qué juicios se harán de mi? etcétera quedaban desplegadas en la primera mitad de mi caminata porque ya casi llegando estaba concentrado en comenzar a sentir la maravilla de saber que uno ya está atreviéndose, por lo tanto la poesía comenzaba a manifestarse. Me senté en el suelo y a vista y paciencia de carabineros y transeúntes saqué la maquina de escribir con una facilidad que no me esperaba, ahí nació esto: 

Portales a un lado, Allende del otro. 
El pasado en sus estatuas no quiere morir,
Los fuegos de la memoria arremeten contra un presente que ya no tiene lugar. 
Los dolores de la historia viven en las almas que buscan más dolor. 
Todos somos desterrados mientras recordemos la vida de los ausentes, 
Y por cada llanto traemos más muerte a lagrimas sin culpa. 
¡Dónde está el ciudadano futuro que busca verdad en el presente del dolor!
Aquel aún no nace. 
Ir hacia adelante es no mirar atrás valiente chileno de puño en alto. 
El dolor sólo trae más dolor, 
Llora pero no te quedes sin lagrimas para poder algún día
llorar de felicidad. 

@Andreas_von





1 comentario:

  1. Muy Bien Andreas! Me gustó tu poema, tu acto de total pulsión sin cuestionamientos y tus fotos instagram. Gracias!

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