domingo, 21 de octubre de 2012

Orquídea.

Dejo caer mis armaduras egóicas 
Pesadas y oxidadas
en el pozo de sus lágrimas negras,
ahí en medio del putrefacto pantano, 
Sin aviso ni trompetas doradas
Humilde y pura
una orquídea blanca brota embelleciéndolo todo.
Desnudo y frágil 
La felicidad me habitó en silencio.

@Andreas_von


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