domingo, 21 de octubre de 2012

Tu espalda.

Súbeme a la belleza de tu imposible mortalidad, 
eres la mujer de todas las vidas que abajo supliqué besar.
La llamarada nos toca el pubis luminoso, 
hagamos el destiempo para que él nos queme el amor.
Entre tu cuello y cintura, 
la suave muralla que me devora mis silencios, 
sólo digo ósculos de grito.
Es tu espalda sendero donde aterrizo, 
desnudo deseo me juguetea taquicardia hacia tus abajos.
Allá lejos, 
entonces en todas partes, aquí dentro te doy las gracias eternas.

@Andreas_von


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